Te guste o no, Facebook ya no es esa increíble herramienta gratuita que fue casi una religión para los profesionales del marketing y la comunicación con mentalidad social media. Si te das una vuelta por el crecimiento orgánico de cualquier marca o negocio en estos últimos 30 meses, te darás cuenta del declive en el alcance desde un pico del 25% en 2012 a un nuevo mínimo de un 4% en 2015.
Los datos que maneja la agencia Renegade junto a otros estudios, dejan poco espacio para la duda (además de los resultados que ya estés viviendo en tus carnes).A pesar de la claridad de los datos, siempre hay escépticos, pero la realidad es que en abril de 2014, solamente 1 de tus 20 fans en Facebook están viendo esos posts orgánicos tan cuidados en mensaje, forma y creación. Qué inconveniente. Esto significa que si quieres llegar al otro 96% de tus fans en Facebook, bueno será mejor que vayas abriendo la cartera para pagar a Mr. Zuckerberg. Esto por supuesto suplica la siguiente (interesante) pregunta ¿Qué hacer entonces?
La respuesta para enfrentarnos a esto podría estar dividida en una o todas estas 5 maneras:
1. Optimiza tus publicaciones:
Imagina que tienes una base de fans que merece la pena apoyar y potenciar, aquí no tienes otra opción más que “alimentar a la bestia” con contenido planificado y objetivo. Divide tu contenido en piezas y monitoriza cual inspira más a ser compartido (versus “likes” y “comentarios”). Difundiendo el contenido más compartible, expandirás tu alcance orgánico tan lejos como puedas.
2. Reevalúa tu inversión en Facebook:
Consolidar una presencia de marca en Facebook nunca fue gratis, olvidas que siempre han habido unos costes implicados, tales como el equipo que trabaja en los contenidos, monitorización y engagement. Añade aquí los costes de las gráficas, el desarrollo de APPs o “tabs” y entonces te darás cuenta de que nunca fue gratis. Ahora, dependiendo del tamaño de tu base de fans y sus ratios de engagement, podría ser el momento para escalar de vuelta.
3. Incrementa el énfasis en la experiencia del cliente:
A diferencia de lo que hubiera imaginado hace 2 años, cada día Facebook se pone más interesante para las marcas. Hoy mismo lo hablaba con Juan mientras comíamos en un restaurante del Parque de la 93, aquí en Bogotá.
Para grandes marcas y PYMES no estar en Facebook ya parece no ser una opción porqué los clientes les buscan en Facebook para conectar y dejar comentarios realmente valiosos, quejas que contienen un feedback potente e incluso sugerencias positivas que nos sorprenderían. Así que más que considerar Facebook como una máquina de hacer churros de marketing agresivo, recalibra tu enfoque y prácticas siempre con el cliente en la mente mientras escuchas y respondes comentarios con interés y veracidad.
4. Crea tu propia comunidad:
Mientras todas las demás plataformas como Pinterest, Instagram, Snapchat, Google+ o Youtube parecen “gratis” hoy, un poco de perspicacia nos indicaría que también se convertirán en plataformas “paga para participar” en un futuro no muy lejano. Tal y como pasó en los días antes de que estos grandes cambios ocurrieran en Facebook, aquellas marcas y organizaciones más intrépidas buscarán construir sus tribus (quizás para los pequeños negocios) y comunidades (grandes marcas). Foros, pequeños espacios, plataformas webs o interfaces simples que podrían alimentar, cuidar y potenciar a sus propios fans 24/7 sin un algoritmo que auge la fiesta.
5. Ráscate el bolsillo:
Mientras seguir buscando el alance orgánico “gratis” a través de social media es algo digno de admirar, no confundas eso con la decepción de tener que pagar en Facebook para ser visible. Todo lo contrario, con estos cambios y estas maneras habilidosas de medir su ROI, Facebook se hace más potente que nunca. Ahora entrega unas métricas e impresiones publicitarias exactamente concretas, más incluso que su rival Google+, tanto en impacto como en efectividad. Esto explica porqué cada día sube la inversión en publicidad en Facebook.
La idea es que ahora cuando te enfrentes a Facebook por lo menos significará que obtienes lo que pagas, nada más. No chistera ni capa mágica.
¿Cómo ser influenciador sin bailar en Tik Tok?
¿Qué son los influenciadores y cómo integrarlos en mi estrategia digital? Además, la pregunta de oro: ¿Yo también puedo ser influencer?
Cuando las redes sociales surgieron, empezaron siendo una forma de comunicarnos con nuestro círculo cercano: Facebook e Instagram se llenaron de publicaciones en las que cada persona empezó a tener una voz, así su voz solo contara cada pensamiento no tan interesante que cruzaba por su cabeza.
Pero gracias a que las personas se dieron cuenta de la plataforma que tenían y lo lejos que podían llegar solo con una cámara y conexión a internet, se dio el origen de un fenómeno que, probablemente, nos acompañe por el resto de nuestras vidas: los influenciadores.
¿Qué es un influenciador?
Un influencer es una persona que sabe sobre un tema, por ejemplo moda o restaurantes en Bogotá, y crea contenidos con base en su experiencia para que su comunidad de seguidores pueda llegar a una conclusión similar a la suya.
Este creador de contenidos realiza sus publicaciones con el objetivo de generar alcance, reconocimiento y una rentabilidad que le permita desarrollar esta actividad como su ‘’carrera profesional’’.
Lo más importante para un influenciador, además de tener la personalidad, tiempo y creatividad para generar buen contenido, es su conocimiento. ¿Si no sabe de un tema, cómo va a influenciar acerca de este?
Dentro del campo del marketing de influenciadores existen ciertos parámetros para clasificar a los influenciadores, no según su temática o público, sino según los objetivos que nos pueda ayudar a conseguir:
Nodos fuertes: A este tipo de influenciador también podemos llamarlo celebridad, pues cuentan con una comunidad mayor a un millón de seguidores. Su profesión principal está relacionada con el público y también en esta tienen una plataforma para sus ideas, como los artistas, periodistas de alto rendimiento o periodistas.
Un nodo fuerte es perfecto para proyectar tu producto, pues te dará alcance y repeticiones; es decir, logrará que tu producto o servicio llegue a los ojos de una gran comunidad y logre obtener reconocimiento. Pero si tu objetivo es vender o lograr conversiones, no son el tipo de influenciador ideal pues pocas veces logran alcanzar buenas métricas en este aspecto debido a que muestran su vida, más no el por qué consumen un producto.
¿Un ejemplo de influenciador de nodo fuerte? Greeicy o Egan Bernal, son dos ejemplos perfectos de este tipo de influenciador en nuestro país, pues tienen millones de seguidores pero su profesión no es ser influenciador, es ser artista y deportista, respectivamente.
Nodo débil: Al hablar de este tipo de influenciadores no quiero usar débil como un adjetivo descalificativo; simplemente se trata de personas que han alcanzado el estatus de influenciador gracias a contenido creado para redes sociales e impulsado por tendencias de estas. Su carrera monetizable es ser creadores de contenido.
Este tipo de influenciadores es perfecto para un objetivo de engagement y compra, pues sus perfiles son como ‘’tiendas’’ en Instagram y anunciar con ellos genera un excelente retorno de inversión pues tienen una comunidad que confía en ellos al ‘’haberlos visto crecer’’.
¿Ejemplos de nodo débil? ¡Hay muchísimos! Pero en la actualidad uno de los más reconocidos y con mayor comunidad es Juandam gracias a su contenido humorístico.
Voceros expertos: En esta categoría los seguidores son un factor que pasa a segundo plano, acá lo más valioso es el conocimiento. Estos embajadores de marca deben ser expertos en el tema que van a tratar, pues mediante su imagen logran la atracción de clientes a la empresa.
Además, sienten pasión por la marca e incluso trabajan en ella, por lo que comunican el factor que los hace ‘’enamorarse’’ de nuestra empresa y proyectarla de una forma en que las personas se sientan atraídos a tener esa misma pasión.
Micro Influenciadores: Este tipo de creadores de contenido son ideales para crear una tropa de influenciadores, es decir, un grupo de influencers que con menos de 5.000 seguidores logren alcance, repetición y, sobre todo, credibilidad.
¿Por qué si tienen tan pocos seguidores logran estas tres métricas? Porque aunque su comunidad es pequeña, está conformada por personas que realmente sienten interés hacia su contenido, ya que usualmente se trata de amigos, amigos de amigos y personas del día a día.
Además, este tipo de influenciador se caracteriza por recomendar las cosas honestamente, mostrando su experiencia completa con el producto o servicio y haciéndolo una experiencia de vida que genera credibilidad en su pequeña pero fortalecida comunidad.
Teniendo en cuenta el significado de un influenciador y los diferentes tipos que existen, es momento de responder a la pregunta por la cuál estás aquí:
¿Cómo puedo ser un influenciador?
Existe una forma de volverte influenciador y no tiene nada que ver con un set increíble en donde grabar tus sketchs o el aro de luz que mejor te haga ver, ni mucho menos el último iPhone con la mejor resolución.
La única forma de ser influenciador es tener una idea y poderla comunicar de forma clara y atractiva, además de saber qué tipo de influenciador puedes ser para ubicarte en el punto que quieres estar.
¿Te gusta la moda? Empieza a mostrarle a tus, así sean 30 seguidores, los outfits que te pones, las tendencias que te gustan, encuentra una voz que te funcione y poco a poco vas a empezar a crear una comunidad con intereses similares a los tuyos.
Lo mismo aplica para cualquier otra temática: medicina, política, astrología, ánime. ¡Para gustos los colores! Y en un mundo tan hiperconectado, llegar a alguien con tus mismos intereses es solo cuestión de poner tu contenido a merced del algoritmo.
